Sí, sin duda alguna. De hecho, ¡una placa solar es lo más aburrido que existe! No se mueve, no emite ningún tipo de emisión ni gas, no sufre alteraciones, ¡sólo produce electricidad! Los cables que recogen esa electricidad se colocan en la parte trasera para que no sean accesibles. Pero, aun y todo, se recubren para que no haya ningún problema. El inversor está cubierto para evitar cualquier contacto con el exterior.